jueves, 4 de febrero de 2016

ADIVINANZA


Adivinanza

Una adivinanza es un tipo de acertijo con enunciado,generalmente en forma de rima.

Se tratan de enigmas sencillos en los que se describe una cosa de forma indirecta para que alguien lo adivine. En el enunciado se incluyen pistas para su resolución. Muchas adivinanzas están dirigidas al público infantil, con un componente educativo, para representar tradiciones y conceptos básicos como animales, frutas o toda clase de objetos.
Las adivinanzas se plantean en diferentes formatos de métrica y composición, si bien son comunes los versos octosílabos, las estrofas de dos o cuatro versos y las rimas asonantes y consonantes. También son frecuentes los juegos de palabras.
Este banco está ocupado por un padre y un hijo. El padre se llama Juan, y el hijo ya te lo he dicho.
Se desconoce cuándo se planteó la primera adivinanza, pero se tiene constancia de su existencia en textos sánscritos, en la Biblia y en leyendas clásicas. Una de las más tradicionales es el acertijo de la esfinge, personaje de la mitología griega:

CHISTE


CHISTE

Un chiste es un dicho o una ocurrencia graciosa. Puede tratarse de una expresión espontánea o de un dicho o historieta breve que contiene algo que genera risa en sus receptores. El chiste puede ser oral, escrito o gráfico. Por ejemplo: “El abuelo me contó un chiste muy gracioso”“Siempre se burlan de mí porque no entiendo los chistes”“A Raúl le causan gracia los chistes verdes”.La intención del chiste es hacer reír al receptor (ya sea oyente o lector). Su principal objetivo, por lo tanto, es la comicidad, aunque hay chistes con connotaciones políticas y sociales que enmascaran una crítica.
Los chistes pueden calificarse, de manera subjetiva, en buenos o malos. Los chistes buenos son aquellos que cumplen con su objetivo y despiertan la risa del receptor. Los chistes malos, en cambio, fracasan en su efecto final.
La capacidad de hacer reír a la gente es algo que muy pocos poseen; no basta con contar un buen chiste, sino que resulta fundamental la forma en la cual éste se transmite. De hecho, los verdaderos cómicos no necesitan decir mucho ni tener un gran repertorio para causar el efecto que buscan en su audiencia, ya que a través de sus gestos, de sus expresiones faciales, de las inflexiones de sus voces y de ciertas palabras o frases que los identifiquen consiguen convertir cualquier relato en un gran chiste.
Como elemento social, el chiste juega un papel muy importante a la hora de armar nuevas relaciones, ya que es muy útil para romper el hielo en un grupo de personas que todavía no tienen vínculos cercanos. Hacer reír a los demás nos gratifica de una manera muy particular y, dado que la risa es contagiosa, nos divierte a nosotros también.
Es de público conocimiento que la risa es muy beneficiosa para nuestra salud. Algunas de sus virtudes se listan a continuación:
* nos ayuda a combatir la depresión y la angustia;
* promueve la secreción de adrenalina, gracias a lo cual se potencian la imaginación y la creatividad;
* hace que el cuerpo segregue endorfinas, las cuales actúan como sedantes del cerebro. Se pueden comparar con drogas no dañinas, naturales y sin efectos secundarios que podemos obtener tan fácilmente como riéndonos, y que nos causan un efecto analgésico;
* es un interesante ejercicio en el cual se implican alrededor de cuatrocientos músculos, entre los cuales se encuentran algunos que sólo se ejercitan a través de la risa.
Por estas razones, los chistes no sólo sirven para pasar un buen rato, sino que afectan positivamente nuestra salud y la de aquéllos que nos rodean. Sin embargo, resulta curioso que no todas las personas sean capacidad de disfrutarlos; por diversas razones, hay quienes parecen no poder reírse a carcajadas, y esto se percibe en algunas ocasiones como antipatía, a pesar de deberse a cuestiones muy particulares de cada caso, similares a la incapacidad de disfrutar de la comida.
En ocasiones los chistes suponen una agresión o incurren en la discriminación. Los chistes machistas, por ejemplo, alimentan un estereotipo que se burla de las mujeres, pese a que el elemento cómico tenga poco que ver con la realidad.
Muchas veces se utiliza la noción de chiste como sinónimo de broma o gag. Las bromas, sin embargo, son las situaciones cómicas creadas a partir de una persona o una situación reales, mientras que los gags forman parte del humor visual (y no verbal).
El grado de dificultad de algo también puede clasificarse bajo el concepto de chiste. Un chiste, en ese sentido, es algo muy fácil: “Resolver este problema es un chiste

REFRAN


REFRÁN



El refrán es aquel dicho popular agudo y sentencioso que suele contemplar un consejo o una moraleja.

Por ejemplo, una persona que normalmente se despierta temprano, ante algún comentario respecto de lo muy temprano que suele despertarse puede llegar a responder lo siguiente en orden a explicar el porqué de su comportamiento: al que madruga, Dios lo ayuda… Se dice que los refranes son sentenciosos porque justamente afirman con contundencia alguna cuestión; en el caso anterior sería la afirmación que Dios ayuda al que se levanta temprano, entonces, tendrá trabajo, el que no lo hace no lo tendrá.

Casi siempre el origen de tal o cual refrán se deberá a la experiencia de algún anciano o sabio, quien luego de toparse con un aprendizaje lo transmitió de ésta manera a las generaciones posteriores.

Si bien los autores de los refranes son desconocidos, también hay muchísimas frases literarias y bíblicas de autores conocidos que una vez difundidas y por su contundencia se convirtieron en refranes. En tanto, la temática de los refranes va desde los más elemental y básico, como puede ser la meteorología hasta cuestiones del destino.

De alguna manera, los refranes, en tiempos en que la tradición oral era la encargada de transmitir la sabiduría de una generación a otra, constituyeron el bagaje cultural del pueblo en cuestión.

La estructura de los mismos es pareada (estrofa de dos versos que riman entre sí) y pueden recurrir tanto a la prosa y al verso, como a figuras literarias, tales como elipsis, paralelismos, antítesis, para así facilitar esa perpetuación oral de la que hablábamos más arriba.

El refranero popular, por su lado, es la colección de enunciados breves, sentenciosos y populares, es decir, de refranes. A los mismos se los suele clasificar por zonas geográficas, lenguas o temáticas.
Algunos refranes populares: a lo hecho, pecho, hombre prevenido vale por dos, el que trabaja no come paja…